Katie Kush y sus hermanas de la hermandad son feroces rivales en la fraternidad de estudiantes varones cachondos de su campus, incluido Van Wylde. Katie tiene un plan maestro para robar su querida mascota calva. Ella y sus compañeros tienen la misión de mantener a Van distraído con juegos traviesos mientras se lleva a cabo su plan. Katie es una maestra de la distracción y cumple su promesa mientras hipnotiza a Van con un juego de striptease que llama su atención inmediata. El juego no termina ahí, ya que Katie convence a Van para que juegue más con ella mientras ella juega al ping pong con chorros de coño.

Escabulléndose con el presidente de la hermandad